Entradas

Mostrando entradas de 2007
Ángel mío, te devoré enterito, cabeza alas y plumas, por eso ahora al suspirar no puedo dejar de reír por dentro.
Soy la coja porque un día comencé a torcerme, alguien puso el pie dónde ni siquiera cabía un alfiler, desde entonces ando pisa. Muerdes la carne blanda como el niño que come manzanas robadas del árbol ajeno, como siempre lo has hecho como sin querer como a la lengua. Que larga es esta guerra que cortas las batallas ¿desde cuándo estarás muerto? ¿sabrás tú quién soy? No soy una ardilla las ardillas no comen ese tipo de cosas. Ve a traerme nueces a ver si las como tan despacio y la boca se me vuelve blanca como la conciencia.
Se posó un coleóptero en mi ordenador y creí que mis textos estaban tomando un aire mitológico, pero no.
Has salido de la bañera con los ojos en las manos como en Las Diabólicas me has preguntado que por qué lo hice, y yo he abierto de par en par los brazos. Fue porque estaban masturbándose en el saco de dormir y creí que ella saldría transformada en mariposa.
No soy vaga, es que hay un enano saltando para arrancarme la cabeza. Tediosa, melancolosa y taciturna. Degollada con la pena de no haber dicho aún eso de, "uy, ¿qué hace este muerto en la bañera?".
Imagen
Alicia abre la boca y cierra los ojos, y él siempre tan grande. Cuando pudo encaramarse a su ombligo ascendiendo por un pelo púbico, como si de una pata de araña quebrada se tratase, se dio cuenta al instante, de que esos “cómeme”, susurrados al oído todas la mañanas a modo de desayuno, eran de esos que mamá le había advertido que sólo servían para menguar. Dibujos
Imagen
Pájaros dentro del elefante
Podría pedirle que volviera, y asumir los riesgos de una negativa. Podría reconocer esta invalidez qué es peor que sus agravios. Podría ignorar su falta de talento para casi todo, sus muslos flacos como de puta pobre, y salir de la cama para casi nada, con mis muslos gordos como de pobre cerdo. Podría abrir los ojos de una vez , y dejar de conformarme con el sueño recurrente de esperanto, que nadie entiende. Abrir los ojos es necesario, como lo es andar, hablar o expulsar las flemas. Abre los ojos, desgraciado. No vendrá con su boca lechosa y su voz de parturienta. Este punzón caliente en las pupilas que se diluye y quema, no es su aliento, es el sol, ya siempre será el sol. Cierra los ojos. Abrir los ojos no es necesario, le saca a uno fuera de si mismo, y le obliga a verlo todo, a verlo todo tanto... (De Versos para hablar alto [en construcción] )
Por si el amor no vuelve nos quedaremos enganchados de las tripas.