Soy la coja
porque un día comencé a torcerme,
alguien puso el pie
dónde ni siquiera cabía un alfiler,
desde entonces ando pisa.

Muerdes la carne blanda
como el niño que come manzanas
robadas del árbol ajeno,

como siempre lo has hecho
como sin querer
como a la lengua.

Que larga es esta guerra
que cortas las batallas
¿desde cuándo estarás muerto?
¿sabrás tú quién soy?

No soy una ardilla
las ardillas no comen ese tipo de cosas.
Ve a traerme nueces
a ver si las como tan despacio
y la boca se me vuelve blanca
como la conciencia.

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