Más allá
ya no orinamos encogidos
ni se quiebran los cabellos.

Más allá
los varones grandes no me zumban
ni se acurrucan en las ingles de lija
para huir de la intemperie.
No se escribe con canela ni azúcar
volviéndose pasta para canelones
los mitos del suicidio.

Más allá
después de la carne, se quedan entre los dientes,
un millón de posibilidades,
y un día cualquiera
te levanto la triste vista armoniqueando,
porque mi costado de las culpas
se lo ha cepillado un buitre.

Más allá
los condones son de la marca Abismo
y el punto y la coma de sudor.

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