Y el cielo se abría para poder bajar del avión sin precipitarse al suelo.
Me han dicho que te han visto, en una esquina de Madrid, no recuerdo cuál.
Fui a buscar la farola que reventamos en mil pedazos, pero ya no estaba.
Busqué las rayas de coca en el cielo, pero hoy no voló nadie.
Me han dicho que sigues igual, pero más blanco y flaco.
Hoy soy la que camina hacia atrás,
por si nos vemos.

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